
El Big Data, la nueva arma contra el Coronavirus
El 6 de enero de 2020 el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos lanzó una alerta de viaje de nivel 1 a la ciudad de Wuhan, tres días después la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo pública la existencia de un brote de coronavirus.
Pero el 31 de diciembre, siete días antes, Bluedot, una startup canadiense especializada en la vigilancia de enfermedades infecciosas a través de la Inteligencia Artificial, ya había dado la señal de alarma.
El secreto de Bluedot está en el Big Data. Emplean herramientas de procesamiento del lenguaje natural (NLP) y machine learning, para chequear datos de innumerables fuentes como comunicados oficiales, noticias, datos de aerolíneas, datos demográficos o informes de salud animal. Pueden procesar cantidades ingentes de información durante las 24 horas del día.
Tras el componente digital entra en juego el humano, en el que un grupo de programadores y especialistas médicos revisan los descubrimientos de la Inteligencia Artificial, los comprueban y redactan los informes que posteriormente son enviados a sus clientes; entre los que se encuentran los ministerios de Sanidad de Canadá, Filipinas o Singapur.
Pero su capacidad no se reduce a detectar amenazas de salud, sino que su principal objetivo reside en analizar cómo las enfermedades pueden propagarse a otras partes del mundo y dilucidar las secuelas que puedan tener.
Así pues, utilizando datos de viajes que mostraban que ciudades estaban más conectadas con Wuhan, Bluedot adelantó que las primeras urbes en ser contagiadas serían Bangkok, Hong Kong, Tokio, Taipei, Phuket, Seúl y Singapur. Acertaron en todos esos casos.
Esto es solo un ejemplo del inimaginable potencial que el Big Data abre en la prevención y el tratamiento de las enfermedades. La detección temprana del Alzheimer, de la leucemia o del cáncer de mama son algunos de los campos en los que ya se está trabajando. El enorme interés de organismos como la Unión Europea está propiciando que su introducción en el sistema sanitario esté ya muy cerca. Así, Virtual Desk ya ha puesto en marcha proyectos de investigación en esta área, en colaboración con universidades, hospitales y otras compañías, que permitirán en un futuro próximo la detección precoz de distintos tipos de cáncer basándose en inteligencia artificial.
En el futuro, la tecnología será uno más de los instrumentos empleados por la Medicina. Los profesionales sanitarios, además de estar formados en su especialidad para la atención a pacientes, pero además deberán también tener conocimientos avanzados y aptitudes en estadística y matemáticas para la investigación en este tipo de modelos predictivos. El Big Data cambiará la Medicina, tal y como la conocemos, y nos ayudará a enfrentarnos tanto a las enfermedades conocidas como a las que supongan un nuevo desafío.