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La Inteligencia Artificial se pone al servicio de las personas

Según un estudio realizado por VMware, más de la mitad de la población piensa que el término Inteligencia Artificial hace referencia a un robot. Algoritmos, machine learning, analítica avanzada, Big Data… Existe un gran desconocimiento sobre esta tecnología y la sensación generalizada de que es algo absolutamente artificioso y ajeno a los seres humanos.

Sin embargo, la realidad es que la Inteligencia Artificial está hecha por personas y para las personas. Su origen y sus aplicaciones son muy humanas. De hecho, algunas de ellas están tan integradas en el día a día que la percepción popular olvida que se trata de Inteligencia Artificial.

El potencial de esta tecnología es incipiente pero también increíble. Y no se limita siolo a los usos industriales o comerciales, sino que puede contribuir en acciones sociales. Por ejemplo, gracias a la analítica predictiva es posible descubrir, de manera prematura, situaciones de exclusión social o de pobreza energética y abrir la puerta a una intervención temprana.

La importancia del análisis y la prevención

En 2017 se realizó una prueba piloto en Espoo (Finlandia): tras analizar de forma encriptada los datos sanitarios, sociales y formativos de toda la población del municipio, demostró que la presencia conjunta de varios factores en materia de vulnerabilidad infantil era la causante de posibles situaciones de riesgo. La finalidad de este análisis era identificar de forma proactiva a aquellas personas en riesgo de exclusión social que podían necesitar ayuda.

Esta experiencia pionera de los servicios municipales de Espoo pone de manifiesto que el análisis de grandes magnitudes de datos a través de métodos de Inteligencia artificial puede desempeñar una labor muy importante en el futuro. Asimismo, esta incursión en el análisis Big Data ha significado un relevante paso en la integración de la Inteligencia artificial dentro de los servicios sociales.

Para llevar a cabo este análisis los datos de la población han sido examinados agrupadamente, en función de los diferentes escenarios familiares, en vez de hacerlo con los procedimientos tradicionales de análisis individual. Los resultados han permitido localizar 280 factores predictivos en la esfera de la vulnerabilidad de la infancia y probar que, aunque ninguno de estos factores individuales es un elemento de riesgo, la presencia conjunta de algunos de ellos sí que se convierte en una situación de riesgo.

También en España

Pero no es necesario irse hasta Finlandia para encontrar ejemplos de uso social de la inteligencia artificial. En nuestro país, gracias al trabajo de empresas especializadas en inteligencia artificial, ya se está aplicando la analítica avanzada para crear avances como una historia social única que aporte una visión global del ciudadano y su entorno y facilite su consulta por parte de los diferentes organismos implicados o para diseñar una plataforma de gestión de las prestaciones y los servicios sociales que asegure el bienestar de las personas y optimice los recursos económicos.

Todos los avances tecnológicos y la transformación digital que se están desarrollando, no tienen sentido sino están al servicio de las personas, si su objetivo no es el de mejorar sus condiciones de vida. Porque ya lo decía Albert Einstein: “El espíritu humano debe prevalecer sobre la tecnología”.