La revolución digital no destruirá el empleo, solo lo transformará

La revolución digital no destruirá el empleo, solo lo transformará

El 47% de los puestos de trabajo actuales serán automatizados, según el estudio de Osborne y Frey y,  en el caso de España, como apunta el BBVA Research, hasta el 36% de los empleos serán sustituidos por robots. Estos alarmistas pronósticos parecen proyectar un futuro en el que androides robóticos se ocuparán de las tareas laborales mientras que las personas se quedarán fuera del sistema.

Pero para prever el futuro, es imprescindible conocer el pasado. Echando la vista atrás seremos conscientes de que esos mismos augurios que inquietan a la sociedad actual, ya asustaron a los trabajadores previos a las revoluciones industriales. Aquellos sacrificados obreros creían que, con la incorporación de las máquinas, perderían su modo de vida y sus vidas empeorarían. Nada más lejos de la realidad, gracias a la Revolución Industrial y a avances como la cadena de montaje, los puestos de trabajo se multiplicaron y las condiciones laborales mejoraron notablemente: incremento de los sueldos, jornadas de ocho horas, mayor seguridad…

Ahora nos encontramos ante la Cuarta Revolución Industrial y, como las tres anteriores, no va a suponer la destrucción de empleo, sino la transformación de los puestos de trabajo y su adaptación al escenario presente y futuro. De hecho, algunos expertos indican que el 75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando.

Porque ¿qué hubiera pensado un pregonero del siglo XIX o una telefonista del siglo XX de Internet? Sus oficios han caído en el olvido, pero las tareas que realizaban no han desaparecido: la Red es ahora la encargada de propagar las noticias y de poner en contacto a las personas. Y para que Internet funcione, siguen siendo necesarios los trabajadores, en mayor número y en toda una nueva gama de ocupaciones muy diferentes a las del pasado. Tal y como sostiene la Ley de Conservación de la materia: nada se destruye, solo se transforma.

Por este motivo, la colaboración con asesores externos, expertos en procedimientos de transformación digital, como Virtual Desk, puede ser fundamental para seguir el compás de la revolución en curso y para ocupar una posición consolidada en el nuevo sistema económico y laboral que está surgiendo.

Resistirse a la transformación, no conseguirá detenerla, solo servirá para quedarse fuera de la realidad actual. Es el momento de que las empresas y los trabajadores den un paso adelante y se unan a la revolución digital, solo así permanecerán y saldrán reforzados y renovados.